¿Cómo se me ocurrió usar Windows Phone? La verdad es que ni yo lo sé con exactitud. Me encontraba en la universidad y habiendo acabado de hacer una asignatura con una amiga —pongamos en claro que no soy muy afanador que digamos— sentí curiosidad por su teléfono —y por otras cosas que no tenían nada que ver con su teléfono—, un Nokia Lumia 520 con Windows Phone. Ya había utilizado dicho sistema inoperativo de forma esporádica anteriormente, pero Windows Phone 7.5 me dejó una impresión tan mala que no volví a mirar un Lumia por un buen tiempo.

Dicho esto, no es primera vez que uso un Windows Phone, pero si que es un intento por redimir mis pecados. Así que le he dado una segunda oportunidad al famosísimo Hasefroch Windows Phone de Microsoft, lo he usado durante 60 minutos y estoy aquí para contarle a todos mi martirio cómo me fue.

Fluye como el agua


No les voy a mentir, a pesar de que no tengo una pizca de objetividad en las venas cuando Microsoft es tema de conversación no significa que voy a empezar a negar las cosas de forma rastrera. Hasecorp ha hecho un excelente trabajo optimizando su Windows Phone para equipos de gama baja; recordemos que hablamos de un Lumia 520 perteneciente a la gama de entrada cuyo competidor natural es el Moto E (2014).

Las animaciones salvo algunos cuellos de botella bastante esporádicos son por lo general muy fluidas, así que es algo muy aplaudir porque ésto se debe en parte a un gran trabajo de optimización y en parte a que Windows Phone ejecuta código nativo que es por naturaleza más rápido que el código interpretado por Android. Pero repito, el sistema se mueve muy fluído y eso ayuda a la experiencia de uso. 10 puntos para Slytherin.

Disfrazando sus toques


Algo de lo que sí me he fijado mucho es la forma en que Windows Phone 8 disimula los momentos de lag o retraso al abrir aplicaciones con sus pantallas que rezan "cargando...", y en unas cuántas ocasiones me hallé a mí mismo esperando más de la cuenta a que abra una aplicación que ya venía preinstalada.

Algo similar ocurre con las aplicaciones Metro de Windows 8 que demoran siglos en abrirse, pero en Windoze Phone no es el caso, por que si bien algunas aplicaciones demoran un poco en ejecutar, en general no es algo tan desesperante porque la animación de carga te mantiene entretenido.

La diferencia con Android es perceptible porque ni aún ejecutándose Andy en máquinas virtuales se demora éste tanto en abrir una app como se demora Windows Phone. Pero son cosas que van mejorando y ojo que hablamos de un terminal con Windows Phone 8, porque tenemos el 8.1 y ya va a salir el 10. Que se han comido el 9 los de Hasecorp.

Funcionalidad


Ahora, el sistema operativo en sí es bastante básico, no contamos con un gestor de archivos integrado y la única aplicación que descargué para probar era patética. Para quienes estamos acostumbrados a lo avanzado y versátil que es Android gracias a su núcleo (Linux), nos encontramos con que nada de lo que podíamos hacer antes es posible en Windows Phone.

Tiene sentido para quien sólo quiere usar un teléfono para llamar, chatear y abrir alguna aplicación de menor importancia; pero para quienes queremos tener un absoluto control sobre lo que hemos comprado, pues la respuesta es obvia: no vamos a acostumbrarnos.

La multitarea (por así decirlo)


La vista de multitarea de Windows Phone es muy parecida a la de iOS —pero aunque no lo parezca, podría decirse que iOS 'tomó prestado' de WP este apartado—. No obstante no nos engañemos: Windows Phone, al igual que iOS —al menos hasta iOS 9— no tienen multitarea real, y esa carencia en parte ayuda a que ambos sistemas utilicen menos recursos que Android, y quien me diga que la multitarea real no sirve para nada, pues no sabe de lo que habla.

Quien tenga su móvil rooteado y le haya metido mano al kernel y cambiado el I/O Scheduler se da cuenta de qué tan avanzada es la multitarea de Android.

Diseño e interfaz


¿En cuánto al diseño de la interfaz? Daré mi opinión francamente. Y no lo tomen a mal porque mis opiniones son sólo mias y no representan a nadie más. La interfaz de Windows Phone es monstruosa.

Verán: una cosa es que sea simple y minimalista y otra muy diferente es hacer que todo se parezca al MS-DOS; así que mientras el Material Design de Google es bonito y funcional y el Flat Design de Apple es bello y elegante, el Metro UI de Microsoft es feo y caótico... Y el caos alcanza sus mayores cotas en la pestaña de ajustes donde las opciones están dispersas sin orden ni lógica.

Recuerdo hace varias semanas estar perdido sin poder descubrir que versión de Windows Phone tenía un Lumia 525 y sólo llegué a averiguar algo que decía Lumia Cyan, así que malamente supuse que se trataría de algún S.O. básico basado en Windows Phone o cualquier cosa modificada para parecerse a WP. Navegando en el Lumia 520 que nos ocupa orita también acabé perdido, indagando un poco más encontré algo que decía Lumia Black, hasta que dí con la sección de Información (información, extras+información; ¿qué carajos?) y recién pude saber que corría Windows Phone 8. Que soy un boquiabierto, sí. Y que Windows Phone es un desorden, también...

El escritorio. Espera... ¿Cuál escritorio?


La pantalla de inicio de Windows Phone al contrario que el escritorio de Android es bastante simple y basada en tiles, los widgets no existen y la personalización se limita a dos únicos colores de fondo —blanco y negro— y unos cuántos colores predefinidos para los tiles. Aunque podemos hacer una especie de mosaico con nuestras fotos con dichos tiles, que casi me olvido. En este apartado, Windows Phone no luce tan mal, es hasta bonito, vaya.

Por lo demás, las aplicaciones nativas y las de llamada y mensajería... Es decir, en general todas las que viene preinstaladas cumplen a cabalidad las pautas de diseño de Microsoft: colores excesivamente planos y sosos y formas que recuerdan mucho a aquellos arcaicos programas del MS-DOS.

No somos cínicos, Android era horrible hasta que llegó la versión 4.0 Ice Cream Sandwich; es más, seguramente a más de uno le encantará como luce Windows Phone, pero al menos a mí me cuesta estar diez segundos mirando la pantalla y pensar: ¿no se les pudo ocurrir algo menos feo?

Conclusiones


Para terminar, mis impresiones en cuánto al funcionamiento del sistema en sí han sido buenas, es muy fluída, no es una mala plataforma: es una buena plataforma que por desgracia está en manos de una empresa como Microsoft. Decente y todo, no es un sistema operativo que yo mismo utilizaría, comparándolo objetivamente con un Moto E (2014) que he usado por bastante tiempo, el gama baja de Motorola es tanto en cifras como en peso, rendimiento real y potencia bruta superior al Lumia 520. Si te gusta Window$ Phone o eres daltónico un Lumia es para ti.

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César Barrantes

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Rolo Nieves

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