De todos los géneros de rock que existen, hay dos de los que soy especialmente entusiasta: el Rock Progresivo y el Rock Psicodélico; Pink Floyd es el resultado de combinar ambos subgéneros. Sí, seguramente has sabido de ellos por 'Another Brick in the Wall' —un tanto funk para mi gusto—, pero Pink Floyd es mucho más que eso:. Si no conoces todo el repertorio de esta banda, en este artículo vamos a enseñarte algunas de las 10 canciones que deberías escuchar.
Arnold Layne
Antes de su formación clásica con David Gilmour y Roger Waters a la cabeza, el liderazgo creativo y compositivo de la banda lo tenía el legendario Syd Barrett. Arnold Layne es una pieza imprescindible para adentrarnos en la genialidad de Syd, a quien luego una adicción al LSD lo llevó a enclaustrarse y alejarse, tanto de la realidad como de la banda. Arnold Layne narra la historia de un demente con el extraño fetiche de robar ropa interior de mujeres, fue tan polémico en su tiempo (de hecho fue compuesta por Barrett en 1967) que fue baneada en muchas radios del Londres.
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A Pillow of Winds
Pink Floyd había perdido a Syd Barrett, y con él también habían perdido temporalmente el norte, el álbum Meddle es una obra por sobre todo experimental. El sonido de Pink Floyd siempre se ha caracterizado por ser espacial, pero A Pillow of Winds (como casi todo el álbum Meddle) se caracteriza por un sonido acústico bastante marino, y una de las pocas canciones de amor de todo el repertorio Floydiano.
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Echoes
¿Mencioné ya Meddle? Sonido marino, sí. Pero luego tenemos a la última canción de ese álbum: Echoes, una de las piezas más famosas de esta banda, una larga composición repleta de pasajes psicodélicos, un increíble viaje a través del cosmos. Como dato curioso: esta canción se sincroniza a la perfección con las secuencia Jupiter and Beyond the Infinite del filme 2001: Una Odisea en el Espacio.
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Us and Them
Luego de un largo período de experimentación, la banda alcanzó la plenitud creativa con The Dark Side of The Moon, uno de los álbumes más importantes de la historia del rock y todo un repertorio de buenas ideas, entre las que abarca la locura, la codicia y la muerte. Us and Them, compuesta por Richard Wright, es uno de los temas más tranquilos del álbum. Una deliciosa combinación de órgano y saxo.
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Any Colour You Like
No hay mucho que decir al respecto. La psicodelia en estado puro. Una breve e increíblemente lisérgica aventura a través de los sintetizadores de Wright y la guitarra de Gilmour: Si el LSD tiene un sonido, debe sonar como Any Colour You Like.
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Shine on You Crazy Diamond
Cuenta una anécdota que durante las sesiones de grabación de 'Wish You Were Here', llegó a los estudios un tipo gordo y calvo que nadie de la banda logró reconocer hasta que alguien se los dijo: era Syd Barrett, en un estado que sólo podían calificar de deplorable. Shine on You Crazy Diamond es una larguísima suite musical en memoria de Syd y dominada por los teclados de Wright. En mi opinión una de las cumbres del rock espacial.
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Dogs
Rara vez un álbum de Pink Floyd suena igual o muy parecido a su antecesor. Luego de Wish You Were Here llegó Animals con un sonido completamente diferente, una temática mucho más oscura y con muchas guitarras acústicas acompañadas por unos teclados de Wright que esta vez suenan más eléctricos (preparando el camino para la perversa The Wall). La obra por excelencia de este álbum es sin lugar a dudas Dogs, escrito en su mayoría por David Gilmour con algunos arreglos líricos de Waters. La codicia, el poder, la política y la traición están muy presentes en esta canción. Las letras son francas y directas, y la atmósfera, oscura y depresiva.
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Cluster One
Cluster One es el instrumental con el que abre el álbum The Division Bell, el segundo álbum con Gilmour a la cabeza luego de la salida de Waters y el primero en incluir nuevamente a Richard Wright, quien fuera echado de la banda por éste durante las grabaciones de The Wall. Una travesía con un sonido fuertemente espacial y un increíble relato auditivo en el que se nos cuenta el génesis de Pink Floyd.
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Wearing the Inside Out
La contribución de Richard Wright (a quien Waters humillaba constantemente durante las grabaciones de Animals y The Wall) al sonido de Pink Floyd es incalculable, ya que sin él, Pink Floyd no sonaría como lo conocemos. Su regreso a The Division Bell vino de la mano con un tema propio: Wearing the Inside Out, relajante y de poderosas letras que evocan la soledad, la depresión y el inevitable paso del tiempo. El genio infravalorado de este hombre no tenía límites y cada canción suya es una joya imprescindible de Pink Floyd. Descance en paz.
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It's What We Do
No logro entender esa alergia que muchos le tienen a The Endless River, álbum lanzado en 2014 como un homenaje póstumo a Richard Wright conformado en su mayoría por piezas instrumentales compuestas por él y Gilmour. It's What We Do es un viaje al más allá en el que nos acompañan los atmosféricos teclados tan característicos de Wright, la virtuosa guitarra de Gilmour y el simple pero pegadizo ritmo de batería de Mason.
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